SOÑAR ES UNA NECESIDAD DEL SER HUMANO
Hoy os escribo desde una sala de paredes blancas, tiene diversos cuadros religiosos colgados en las paredes, un corcho donde hay un monton de dibujos infantiles, una pizarra verde oscura rayada y un monton de mesas verdes. Se hace llamar colegio, creo. Un sitio donde se educan a los niños y jovenes para su futuro. ¿Futuro? Yo creo que no.
Es un colegio religioso (sí, sí, jaja, no hace gracias) grande con que acoge a un monton de alumnos hasta que terminan aquí el Bachillerato.
Me despido durante unos días de estas horribles clases asemejadas a jaulas. En verdad, a veces pueden ser mi salvación, sobretodo en estos casos en los que preferiría estar en cualquier sitio (en cualquiera, ¡eh!) que no sea mi casa. O al menos, en cualquier sitio donde no esté mi madre y su falsa felicidad y su falsa obsesión por la limpieza y su falsa preocupación por mí.
Puente. Odio los puentes. Odio las vacaciones. Odio tener que estar en casa por las mañanas, escuchando a mi madre y a mi hermana diciendome que quiere jugar conmigo. Soy rara. Lo se.
Hoy empieza el puente del rocío. Es un rollo, no me gustan las fiestas de aquí. Tengo hasta el martes 29 para estudiar e intentar sobrevivir. Deseadme suerte, la necesitaré.
QUE EN MUCHAS OCASIONES NOS DA LA FUERZA PARA SEGUIR.
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