domingo, 17 de junio de 2012

Entrada 15

TODO LO QUE NO SABE TU MADRE,


Hoy por fin voy a hablaros de Marco.

Es bastante alto y delgado, normal. Tiene el pelo oscuro, castaño y escaso, normal. Es amable, libertal y sabio, normal. Y cuando se le pregunta por su familia, se pone tenso y te evita, eso no es tan normal.

Por lo que sé, todos están muertos o muy lejos, y ninguno le habla más de lo suficiente. La última vez que habló con alguien de su familia, fue con un primo que necesitaba dinero. Y ya está. 

De eso hace más de tres años. Ninguno de los dos se interesó en saber como estaba el otro. Lo sé porque yo estaba allí. Recuerdo que ese día me enfadé con mi madre y me vine a refugiar aquí. Es lo que hacía siempre después de una pelea familiar. Marco me acogía con cariño, me ponía un capuccino en las manos y me dejaba cotillear su sótano, lleno de cosas antiguas, mientras el cortaba el césped.

A veces, también me contaba historias sobre su familia y su pasado. Dudo que se las contara a nadie más. A mi hermana le parecía un entrañable brujo, a mi padre, un buen amigo y mi madre hablaba poco con él.

Sobre su pasado me contó que vivía con sus padres y su hermano menor, bastante lejos de aquí, en Francia.    Cuando tenía diez años, su hermano murió en un parque infantil y su familia se derrumbó (igual que la mía). Entonces, a él lo internaron en un colegio religioso. A los catorce años se escapó y se volvió drogadicto. Viajó mucho en busca de dinero hasta que lo encontraron y lo metieron en un centro de rehabilitación.

A partir de ahí no se mucho más. Nunca ha querido compartir su vida con nadie y tampoco ha tenido muchos amigos.

Es bastante raro, creo que por eso me cae bien.


LO SABE TU VECINO

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